¡Lazos del Corazón! [1/3]

Konoha, nombre dado a la aldea oculta entre las hojas la cual esta custodiada por feroces ninjas que según las leyendas llevan dentro de ellos la famosa Voluntad de Fuego, heredada de generación a generación. Esta aldea está ubicada en el País del Fuego; geográficamente es la que mejor está ubicada teniendo como vecinos a casi todas las aldeas ninjas que en cualquier momento podrían representar una amenaza. Está envuelta por un extenso y frondoso bosque, y se dice que alrededor de sus altos muros una protección invisible se levanta para asegurar que ningún enemigo pueda infiltrarse en su territorio.

SakuraMaster era quien en esta época llevaba el mando de la aldea, siendo la primera mujer en dirigir a los ninjas del fuego. Reconocida por todo el Mundo Ninja como una de las kunoichis más poderosa y temidas que alguna vez pudiera existir. Cuando asumió el cargo de Hokage formo una fuerza especial… mucho mas secreta y poderosa que la ya conocía Anbu; esta nueva mini-organización fue nombrada como la Raíz Anbu a donde iban a parar los jóvenes que desde temprana edad presentaban habilidades únicas, se podría afirmar que solo los llamados Genios pertenecían al enigmático y selecto grupo.

En la aldea, como en cualquier otra, varios clanes se erguían demostrando sus poderosos kekei genkai que los hacían notables en batalla. Dentro de los muchos que se encontraban en Konoha, el que más era temido por sus destrezas era el muy antiguo Clan Uchiha; que desde tiempo atrás ocupada un alejado terreno dentro de la aldea, dándoles de esa forma una pequeña comunidad entre sus miembros. El Clan está liderado por aquella familia cuyo linaje era el más puro, para de esa forma conservar su línea sucesoria intacta.

La casa más grande observaba desde fuera de la comunidad Uchiha era la que habitaba esa familia. Lamentablemente para el Clan la pareja que debía mantener puro el linaje murió poco después de dar a luz a su último hijo, las causas nunca fueron descubiertas dejando un amargo sabor a casi todos sus miembros; el lado positivo era que habían dejado a 4 niños, que seguirían su legado Uchica, y más que todo cumplirían con mantener su kekei genkai. Los niños crecieron convirtiéndose en poderos ninjas que llevaban muy en alto el nombre del Clan. El mayor como era la costumbre fue nombrado líder, y aunque era una posición que obtuvo al nacer con los años demostró que se la gano por su increíble fuerza, habilidad e inteligencia, KageKakashi, ese era su nombre. El segundo no era ni más ni menos que su hermano, igual de poderoso y hábil aunque muy impulsivo no obstante su chakra se lo permitía ya que aunque muy pocos lo sabían en su interior fue sellado una de las legendarias bestias de colas, siendo el portador de la más espeluznante y vigoroso Kyubi, su nombre José. El tercero, Yai quien sin duda era el más pacífico de los cuatros Uchihas pero eso no lo hacía menos, también era un ninja de cuidado pero estaba más enfocado a las misiones internas que externas, por lo cual no era muy común topárselo en batalla. Por último el menor de los hermanos, que no por ser ultimo significaba que fuera el más débil, sino todo lo contrario; el chico había adquirido un poco de cada una de sus Aniki’s: La inteligencia de KageKakashi, las habilidades de José y la calma de Yai, que aunado a sus capacidades innata lo convirtieron en uno de los ninjas más poderos de la aldea, no obstante pocos sabían de él ya que fue reclutado desde muy joven por la Raiz Anbu donde prácticamente su existencia fue ocultada para que ninguna aldea enemiga supiera del pequeño grupo creado por SakuraMaster. A los pocos años de haber entrado se convierto en el líder de uno de los escuadrones. Los hermanos a pesar de estar siempre ocupados en sus misiones u otras obligaciones ninjas se tenían gran aprecio y se preocupan él uno por el otro en todo momento; una hermandad envidiable.

En el hospital de Konoha un ninja corría a toda velocidad en busca de una determinada habitación; las enfermeras iban tras de él tratando de recordarle en el lugar donde se encontraba, que no debía ir tan rápido porque asustaba a los pacientes y otras cosas más el joven shinobi ignoro; estaba enfocado en localizar su objetivo… luego de varios minutos de estar de allá para acá la encontró, entrando vertiginosamente…

- ¿?: Joseeeeeeeeeeeeeè… ¿Estás bien? – hablo con un tono de preocupación que no le importo demostrar. Al entrar se encontró con 3 pares de ojos que lo veían con un toque de gracia.

- José: Cálmate Hermano, que aun no me muero… - respondió el nombrado con mucha dificultad. Se encontraba en la cama de la habitación lleno de vendas que ocultaban más de una herida casi mortal.

- ¿?: Por poco y no la cuenta, si no fuera por el chakra del Kyubi esta vez “ella” si te fuera matado… - hablo uno de los que se encontraba en la habitación mientras dirigía su vista a la ventana – Yai, no tenias porque venir José está bien… - le dijo a su preocupado hermano.

- Yai: ¿Cómo no iba a venir? Velo esta postrado en esa cama casi irreconocible; es para preocuparse, KageKakashi – le respondió a su Nii-sama mientras se acercaba a la cama de José - ¿Qué demonios paso? No creo que cualquier ninja te haya dejado así – pregunto examinándolo detenidamente.

- KageKakashi: ¿No es obvio? – pregunto casi en susurro; sin embargo fue escuchado por el único en la habitación que no había musitado palabra.

- José: ¿Quién mas va hacer? – le respondió mientras se mordía su labio inferior.

- Yai: Oh… ya veo… - comento para sumergirse en sus pensamientos.

- José: Nos encontramos en el País de las Aguas Termales… y bueno lo demás es historia – escupió con una sonrisa sombría.

- Yai: Entiendo… bueno lo importante es que estas bien, y no paso nada malo… - comento cariñosamente como era su costumbre.

- José: ¡Jejeje! – rio alegremente, no obstante mas de una de sus heridas sangro – No todo fue tan malo… - comento haciendo que ahora se centraran sobre èl las miradas de sus fraternos.

- KageKakashi: Estar en cama todo golpeado, y derrotado por no sé qué numero vez por tu “Archienemiga” ¿no es tan malo? – dijo viéndolo con expresión de que las medicamentos empezaban a hacer efectos, porque deliraba.

- José: Jejeje, si hermano, como lo escuchas… ser golpeado por la linda reina de las nieves no fue tan malo jeje - respondió sin ocultar su euforia – Conseguí el mejor regalo para el nii-chan – sonrió viendo al menor de los presentes.

- ¿?: ¿Ehh? – musito sin entender lo que su hermano mayor le decía.

- Josè: Yai pásame mi bolso ninja – pido al susodicho que no oculto su confusión sin embargo lo obedeció dándole el objeto – Mientras peleaba con mi querida rival gélida, logre quitarle algo que me pareció muy hermoso, digno de un guerrero de su nivel jejeje- explico mientras metía su mano en el bolso, y buscaba algo dentro de él - ¡Aquí esta! – dijo emocionado sacando un collar blanco cuyo dije tenia forma de muy particular, era casi cristalino pero por su volumen parecía que era del tipo de objeto que se abría mostrando algo espectacular en su interior - ¿No es fabuloso? – pregunto mientras lo enseñaba – Es todo tuyo hermanito, para que no pienses que se me olvido tu regalo de cumpleaños jeje – concluyo lanzándole el objeto al callado pelinegro.

- ¿?: Gracias… - comento sin ocultar su algarabía ante tal objeto.

- Yai: ¿Estás loco, como le das algo de ella a Lord? – reclamo algo molesto el antepenúltimo de los hermanos.

- José: No pasa nada, solo es un collar… - respondió restándole importancia al asunto.

- KageKakashi: Yai tiene razón… cuando… Ella se dé cuenta vendrá por su prenda, y llegara a Lord, ¿Acaso desea ponerlo en riesgo?

- José: Es imposible que sepa que yo lo tome; soy muy hábil con mis manos, en tal caso iría a buscarlo al lugar de la batalla y al no encontrarlo se resignaría y lo olvidaría jejeje- explico como si fuera pensado mil veces sobre el asunto.

- Lord Orochimaru: A mí no me importa; además es un hermoso collar valdría la pena luchar por él, si ella llegara a venir a buscarlo. Pero como dice José es simplemente improbable que llegue hasta aquí… Además tener algo de la enemiga de mi hermano me resulta muy interesante – rompió su silencio para apoyar al moribundo shinobi que le respondió con una gran sonrisa.

- KageKakshi: Supongo… que tienen razón – respondió tratando de convencerse de que era así.

- Yai: Creo que esto terminara muy mal… - dijo sin ocultar su desaprobación ante el regalo de José.

- José: Tranquila… Mamá – comento entre risas haciendo que sus hermanos rieran por su comentario.

La enfermera de guardia entro a la habitación interrumpiendo las carcajadas de los cuatros hombres; los vio de manera amenazante y luego con su gruesa voz les pidió que salieran ya que el paciente debía descansar, José trato de protestar porque quería seguir molestando a sus hermanos pero la enfermera no dio su brazo a torcer y prácticamente los saco a empujones.

Al anochecer en la Mansión Uchiha todo estaba muy tranquilo; sin José hablando y bromeando el silencio invadía cada rincón. KageKakashi en el dojo practicando un poco de Taijutsu, Yai en la biblioteca ilustrándose sobre algunos Jutsus Médicos y estaba Lord encerrado en su habitación, acostado en su cama pensando en la próxima misión que se le había encargado desde la Raíz; de pronto su atención se desvío cuando recordó el obsequio de su hermano, entonces se levanto y lo busco.

- Lord Orochimaru: Hay algo en el dije que me intriga – pensó mientras lo levantaba colocándolo al frente de sus ojos, mientras el objeto daba vueltas – Romperlo para descubrirlo seria una verdadera lastima – lo tomo entre su mano – Ya veremos… - dijo guardándolo de nuevo, y volviendo a su cama.

Los días pasaron; la aldea seguía su rumbo, cada Ninja cumpliendo con sus labores. José ya había sido dado de alta del hospital y se encontraba en su casa, mas de una kunoichi le llevo uno que otro regalo, era un don juan a diferencia de sus hermanos que eran mucho mas serios en esos temas sobretodo el menor.

Mientras que en la hoja todo esta en perfecta calma en el País del Agua hasta el clima estaba tormentoso; la nieve caía despiadadamente sobretodo en los alrededores de los dominios del Clan Yuki. Dentro de la maravillosa estructura varios de sus miembros veían ir y venir de un lado a otro a su líder quien era la causante de que ese día la temperatura descendiera a niveles jamás sentidos.

- ¿?: Ya cálmate, que nos congelaras vivos… mujer – rompió el silencio con su monótono tono de voz, un muchacho que se encontraba sentado en uno de los amplios y elegantes sillones de la habitación.

- ¿?: ¡Cállate, Joe! No sabes nada… Mas te vale que vuelvan con mi collar o sino te matare a ti por no dejarme ir por el – amenazo al mencionado que ni se perturbo ante la fría mirada de su líder.

- Joe: No, no, no… y no Fuu… si deberás matar a alguien seria ti por descuidada y perder tu collar favorito – le respondió tranquilamente mientras movía su cabeza en negativa.

- Fuu: Claro que es tu culpa… ¿Quien fue el que no me dejo ir a buscarlo? Basándose en que “Estas herida deja que mi discípula y su novio vayan por tu prenda, confía en mi Fuuuuuu” – comento tratando de imitar a Joe. El chico solo rodo los ojos.

- Joe: Eres la líder, debo comportarme a veces como si me importara lo que te sucediera, así que no te quejes… - dijo bostezando ganándose una fría mirada proveniente de la mujer de cabellos azules.

- Fuu: Grrr… - fue lo único que musito, no tenía ganas de entablar una discusión con Joe, solo deseaba ver llegar a su alumna con su collar para calmarse y seguir con su vida.

Y como si su pensamiento se fuera hecho realidad las grandes puertas de hielo se abriendo mostrando dos figuras aparecer casi después de esa acción. Sus azules ojos se centraron en la de género femenino esperando una respuesta positiva de su parte, pero ella no dijo nada solo vio a Joe, su sensei, como si temiera comentar lo que paso.

- Fuu: Mizore-chan… - la llamo ganándose la atención de la jovencita – Dime que encontraste mi collar… - hablo tranquilamente mientras esbozaba una media sonrisa.

- Mizore: Fuu-san… yo… ehh… Deidara y yo buscamos en un amplio radio… para encontrar su collar… - hablaba pausando en varias oportunidades demostrando que no quería llegar a la respuesta que Fuu esperaba, no obstante darle largas al asunto no le beneficiaria así que simplemente lo dijo – No lo encontramos… - ante esa respuesta la temperatura descendió aun mas, mientras que la media sonrisa en la cara de Fuu se volvía completamente nula y sus azules ojos se ocultaron tras su flequillo.

- Joe: Bueno, que mal… tendremos que mandar a hacer otro – comento levantándose e indicándole a los miembros presente que se retiraran; estos salieron casi corriendo de la habitación, sencillamente por miedo a Fuu.

- Fuu: Si quedo vivo lo matare, esto es su culpa… solo su culpa – murmuro mientras apretaba sus puños tratando de controlarse.

- Joe: Dios – comento al escuchar las palabras emitidas en tono bajo por la chica.

De pronto la puerta de hielo volvió a abrirse dando paso a un hombre cuya cara iba oculta tras una máscara naranja. Paso cerrando la puerta, y llevándose una de sus manos a la barbilla. Para luego hablar.

- ¿?: Tengo malas noticas – dijo viendo a la peliazul.

- Joe: ¿Qué paso Tobi? – pregunto al ver que la chica seguía meditando las mil y una formas en la que mataría al ninja de konoha.

- Tobi: El Uchiha quedo vivo… - comento viendo a Joe que trago saliva al escuchar esa noticia mientras le hacía mímicas a Tobi de que no continuara hablando de eso; pero Tobi lo ignoro olímpicamente y continuo – Según mis fuentes, ya está en su casa como si nada le fuera pasado… es horrible pensar que son tan difíciles de matar, son como una peste… jejeje – finalizo entre risas viendo intermitentemente a Joe y Fuu; el primero se llevo las manos a la cara mientras que la segunda no se inmutaba.

- Fuu: Tobi-kun – pronuncio la chica.

- Tobi: Fuu-chan – respondió a su colega.

- Fuu: Estoy casi segura que José se quedo con mi collar… ¿Sabes lo que significa?

- Tobi: Ooooh… Fuu-chan si él te lo robo… no podrá hacer nada, total solo responde a tu chakra… - comento mientras caminaba hasta sentarse.

- Fuu: No… si él lo tiene significa que el collar se dejo tomar… Tobi-kun “Princess” solo responde a chakra especial, y sabes bien que el de José lo es… - dijo apretando aun mas sus puños.

- Joe: Por la bestia… - susurro Joe.

- Fuu: Exacto, igual como cuando Tobi-kun está cerca… el collar responde a su excesivo chakra… así que técnicamente si se fue con él es porque le gusto saborear su energía… Lo que representa que aunque intente robárselo no volverá a funcionar conmigo… - comento molesta; en sus puños el hielo se empezaba a formar.

- Joe: Entonces, lo has perdido para… siempre…

- Tobi: ¡Error, Joe! – silencio al sublíder del Clan – Si Fuu-chan lo mata ya no tendría dueño por lo que al quitárselo “Princess” volvería con ella… - explico mostrando su agrado hacia tal acción.

- Fuu: No – susurro la chica mientras se daba media vuelta para ver a sus interlocutores – Si lo mato el collar me repudiaría por acabar con su fuente de chakra, por lo que nunca más aunque estuviera en mis manos volvería a mostrar su poder…
Joe: Por lo que volvemos al inicio, lo perdiste…

- Tobi: Si tú no puedes matarlo lo haré yo y listo… - propuso encantado con la idea de asesinar al enemigo de su amiga.

- Fuu: No, debo hacerlo yo… pero no matarlo, sino… - callo, solo pensar en la que tendría que hacer para recuperar la valiosa joya le asqueaba – Hacer que él me lo devuelva voluntariamente, para que el collar me reconozca otra vez como su dueña…

- Joe: Déjame ver si entendió, estás diciendo que te lo tiene que ¿regalar?

- Fuu: Si, me lo tienes que “regalar”… - dijo respirando profundo para que el hielo que se formo en sus puños no se siguiera expandiendo.

- Tobi: ¡Genial! Te lo roba y ahora tienes que buscar la forma que te lo devuelva…

- Joe: ¿Cómo harás? Iras a Konoha y le dirás: “Hey José devuélveme mi collar”, me gustaría ver eso jejeje – bromeo, por suerte las miradas no mataban porque si no fuera muerto con el doble de dolor.

- Tobi: Ese idiota odia a Fuu-chan por lo que dudo que lo devuelva tan fácilmente… además si entra a Konoha la reconocerían de inmediato, lo que provocaría un enfrentamiento, y conociendo a esos insectos te atacarían con las más bajas técnicas para acabarte…

- Fuu: ¿Y si no me reconocieran? – comento como si pensara en voz alta – José puede ser un ninja poderoso, pero baja su guardia fácilmente cuando ve alguna falda… tal vez podría engañarlo para obtener de vuelta mi collar – murmuro ante la mirada de confusión de Joe y Tobi, ciertamente le aterraba que pudiera estar pasando por la mente de la sangrienta Kunocihi.

- Tobi: Fuu-chan, Fuu-chan… No me digas que jugarías con él de esa forma, es cruel hasta para ti… Me gusta… - hablo después de varios segundos; sin duda ya había entendido lo que pensaba su colega.

- Fuu: Tobi-kun no solo hay que destruirlos físicamente, a veces dañarlos emocionalmente es más divertido… - le respondió ella mostrándole una sonrisa cómplice a la que él respondió mientras que Joe no entendía nada.

- Joe: Es increíble cómo se entienden ustedes, pero recuerden que no están solos… pueden explicar… - exigió ante las miradas que se intercambiaban los líderes de los Clanes más poderosos en el País del Agua.

- Fuu: Simple Joe, me infiltrare en Konoha…

- Tobi: En busca de José y así llegar al collar...

- Fuu: Luego haré que me lo regale… - hablaron Tobi y ella, cada uno terminando la frase del otro.

- Joe: ¿Cómo? Acaso piensas cambiar tu apariencia, ellos son Uchihas se darían cuenta…

- Tobi: A menos que Fuu-chan utilice el brebaje – le corto a Joe para darle la respuesta.

- Joe: Pero igual no puedes robárselo… - ante sus palabras ambos líderes rieron a carcajadas acción que molesto al espadachín - ¿Qué es tan gracioso? – pregunto molesto.

- Fuu: Que él terminara regalándomelo… no se lo robare… - respondió a su sublíder.

- Tobi: Fuu-chan se aprovechara del pervertido Uchiha… Y si no entiendes Joe… Fuu-chan jugara con su corazoncito konohoneano para obtener de nuevo su collar… ¿Te lo imaginas despechado? – dijo sin reprimir sus risas.

- Joe: Se dan cuenta que eso es cruel hasta para ustedes…

- Fuu: ¡Cállate! Él me robo yo le perdonare la vida pero a cambio lo haré pagar de otra forma…

- Tobi: ¿Te lo imaginas Fuu-chan? Después que le regale el collar a su “amada” le revelas tu verdadera identidad… Su cara seria un poema HAHAHA – comento uniéndose a las risas de su amiga; molestar a los ninjas de konoha siempre era divertido.

- Joe: Esto puede terminar muy mal, lo saben ¿Verdad? – suspiro resignado al darse cuenta que ninguno de los dos les hizo caso.

- Fuu: Esta decidido… Irías con Tsunade para pedirle el brebaje, que sea mucho nunca se sabe que pueda pasar mientras yo iré hablar con Vallo-sensei para contarle que estaré un poco indispuestas jejej… - le pidió a su amigo.

- Tobi: Claro déjamelo a mí, iré ahora mismo… - dijo levantándose sin dejar de reír – Volveré al atardecer con tu encargo… - se despidió y desapareció.

- Fuu: Yo también me retiro, Ciao Joe… - se despido… desapareció de un forma muy extraña que no inmuto a su compañero de sangre.

- Joe: No me gusta este juego… - susurro al quedarse solo.

El sol se amenazaba con ocultarse en cualquier momento; el cielo se tornaba poco a poco de un tono rojizo-naranja mientras que el clima en el País del Agua ya había cambiado, la tormenta de nieve desapareció como por arte de magia, o tal vez por el buen humor de la líder del Clan que manejaba dicho elemento. Tres ninjas se localizaban a las afueras de la Sangrienta Aldea de la niebla; parecían que tramaran algo muy divertido y tal vez así fuera.

- Joe: Sigo pensando que es mala idea…

- Tobi: Joe, si es mala idea porque viniste… - le reprocho mientras le daba un frasco a su amiga – Aquí tienes Fuu-chan con esto te convertirás en otra persona…

- Fuu: Gracias Tobi-kun, ¿Cuánto tiempo durara el efecto? – pregunto examinado el frasco.

Tobi: Unas 6 horas, aunque… si llegaras a mojarte desaparecería inmediatamente, así que ten cuidado… - explico.

- Fuu: Así no tendré que esperar las 6 horas para volver a mi estado normal, eso es bueno… no te preocupes – le respondió con una cariñosa sonrisa.

- Joe: ¿No me escucharan, verdad? – interrumpió la conversación de sus amigos.

- Fuu y Tobi: ¡No porque eres un aguafiestas! – respondieron al mismo tiempo.

- Joe: Bueno, entonces tómatela de una vez para ver si serias el tipo de chica con el que un Don Juan coquetearía – le dijo para que por fin comenzaran su jueguito con el Uchiha.

Fuu vio a Tobi y luego abrió el frasco… tomo un poco del líquido que estaba dentro. Segundos después su cuerpo empezó a cambiar, estirándose y encogiéndose. Su largo cabello azul se oscurecía hasta que quedar castaño y corto, casi por los hombros. Su pálida piel se empezó a tornar un poco más oscura mientras sus ojos de azul pasaban a color miel. Su altura no se modifico, y su voz solo se agudizo un poco. Al terminar la metamorfosis quedo una hermosa chica de sus misma edad, que aunque lo intentaran jamás podrían descubrir que se trataba de la mismísima Líder del Clan Yuki. Ante el cambio un silencio se formo entre los tres, hasta que Joe lo rompió.

- Joe: No sé porque pensé que serias pelirroja – comento algo decepcionado.

- Fuu: … Joe, iré a molestar a José no a ti… - le respondió cortantemente, y luego fijo sus nuevos ojos miel en el de la máscara naranja.

- Tobi: Si, te ves bien… Pareces una chica buena… creo que caerá… - dijo algo dudoso.

- Fuu: No importa cómo me vea, aunque me obstine conozco bien a ese ninja y sé que caerá, no te preocupes – le comento con una juguetona sonrisa – Ahora será mejor que investigue como será nuestro primer encuentro “romántico” hehehe

- Tobi: Recuerda dirigirte al territorio de su Clan será más fácil encontrarlo cerca de ahí…

- Joe: Ten cuidado… y no vayas a causar una guerra interna…

- Fuu: No sé preocupen… me portare bien… creo.

Al finalizar sus palabras la chica castaña empezó a desaparecer como si se distorsionara en el espacio; era su técnica única que le permitía viajar kilómetros en segundos, conocido como Jutsu de Tiempo- Espacio. De esa forma traspasaría la barrera invisible de la aldea de Konoha. Su técnica la llevo a un bosque muy verde, podía escuchar cualquier tipo de animal silvestre, un paisaje muy distinto al de su aldea natal. Camino hasta salir del bosque para encontrarse con una tranquila aldea; niños jugando por las calles, puestos de diversos productos abiertos incitándote a que compres algo en ellos. En eso no difería de la Sangrienta Aldea; sin guerras ninjas las personas comunes podían vivir en paz. El cielo estaba mucho más naranja que en la niebla, por lo que debía apresurarse en detectar a José para empezar con su plan, aunque igual aun tenía muchas horas antes de que la poción se desvaneciera. Camino y camino hasta encontrar el supuesto lugar de la villa donde residía el Clan Uchiha; una zona privada que seria difícil de penetrar, ya que por lo que veía contaba con una sola entrada. Fuu se quedo espiando desde detrás de un árbol; miraba la entrada y al frente de ella un gran lago se extendía. La chica estaba tan sumergía en encontrar a José que no sintió como alguien se acerco observándola desde un par de metros.

- Fuu: Primero debo ver si ese tonto viene a su casa, así sabré si está en la aldea o no… - pensó viendo hacia la entrada cuando dos hombres aparecieron. Para suerte de la ahora castaña se trataba de quien buscaba. Ahí estaba José en compañía de su hermano al que Fuu reconoció rápidamente como Yai, nunca había peleado con él pero era conocido como alguien de temer, aparte como cada Uchiha importante estaba en su libro Bingo. – Si… - susurro emocionada al ver que iba a poder cumplir con su tarea. Fue entonces cuando quien la observaba se aproximo sigilosamente hasta colocar su mano en el mismo árbol que escondía a la castaña; al sentirlo volteo vertiginosamente quedando atrapada entre el árbol y quien la espiaba a ella.

- ¿?: Nunca te han dicho que espiar es de muy mala educación… - le dijo un chico de cabellos y ojos negros. Fuu por un momento pensó lanzarlo lejos con un golpe o simplemente expulsando algo de su chakra pero si lo hacía llamaría la atención de José y Yai, y eso sería… problemático, por lo que callo buscando una respuesta apropiada; al no musitar nada el muchacho continuo – No me digas que eres una de las enamoradas de José Uchiha… - pronuncio alzando su vista hacia donde se encontraban el nombrado con Yai.

- Fuu: Ja ja ja – rio sarcásticamente empujando al chico para alejarlo de ella – Jamás, escucharme bien, JAMAS seria una ena… - callo repentinamente al darse cuenta que estaba a punto de dañar su plan… - Eeh… bueno… enamorada… no es la palabra adecuada… - trato de decir pero nada se le ocurrió; el pelinegro solo veía como se enredaba sola – No tengo porque darte explicaciones… - lo señalo molesta ¿acaso en sus labios estaba una sonrisa; se reía de ella? Estaba más que muerto.

- ¿?: Tienes razón no es mi problema – le respondió fríamente – Solo que si no eres una tonta chica enamorada de José o de Yai, significaría solo que eres una espía… ¿Sabes que le hacemos a las espías en Konoha? – pregunto clavando sus profundos ojos negros en Fuu.

- Fuu: Siendo Kohoneanos, seguramente una estupidez como hacerles cosquillas con una pluma – quiso decirle pero solamente lo pensó, debía ser cuidadosa para no ser descubierta, y dejar su odio hacia ellos por un momento – No lo sé, y no creo que me cataloguen de espía solo por estar aquí viendo casas… - comento despreocupadamente mientras le sacaba la lengua al serio chico.

- ¿?: ¿Viendo casas detrás de un árbol, y en una actitud muy sospechosa? Para nada te catalogarían de esa manera, tienes toda la razón – ahora el que utilizaba el sarcasmo era él. En un parpadeo se posiciono al frente de la chica mientras colocaba su mano en la boca de ella. Aunque Fuu lo vio venir esquivarlo seria muy sospecho – No me saques la lengua… o será la ultima vez que lo hagas en tu vida - la amenazo.

Fuu: Te matare… - pensó cuando osadamente él la amenazaba…

- ¿?: Se buena chic… - no termino de decirlo cuando sintió el pie de ella golpearlo, por instinto la soltó.

Fuu: No vuelvas a tocarme… ¿Estas loco? – le grito molesta.

- ¿?: ¿Loco? Que lindura… se enojo la enamorada de José… - se burlo descaradamente. Eso ya pasaba los limites, Fuu lo mataría ahí y ahora; pero algo la detuvo, sus ojos se desviaron a la muñeca del sujeto, ahí colgando como una vez lo hizo en su cuello se encontraba Princess; sus ojos se abrieron hasta mas no poder viendo el color que ahora poseía, era un sutil rojo aunque aun algunos tonos de blancos se percibían. Por un momento el mundo le dio vueltas, ¿Cómo era posible que cambiara de color tan rápido? ¿Por qué él lo tenia? ¿Cómo lo consiguió? Tantas preguntas que no tenían respuestas. - Hey… ¿Te sientes bien? – pregunto él al ver a la chica quedarse muda y palidecer.

- Fuu: Si, si… - volvió a la realidad con las palabras del chico – Debo irme… - dijo e inmediatamente salio corriendo; debía volver a su aldea para contárselo a Tobi y a Joe. Cuando estuvo lo suficientemente lejos de la aldea, utilizo su jutsu para teletrasportarse a la Fortaleza de Huesos.

El joven solo lo vio irse, como si fuera visto un fantasma. Iba a seguirla para cerciorarse de que estuviera bien pero en ese preciso instante una voz lo detuvo…

- ¿?: ¿Esa era una noviecita, Lord? Te lo tenías calladito – se burlo un hombre que se acercaba junto a otro a donde él.

- ¿?: Cállate, José… no ves que puedes cohibirlo… no hay que presionarlo – le reprendió a su compañero - ¿Por qué no la invitas a comer a la casa para conocerla mejor? – propuso dablemente.

- José: ¿Y yo lo presiono? – susurro con una gran gota tipo anime en su cabeza. xD

- Lord Orochimaru: José, Yai… No sé de qué hablan. – respondió fríamente mientras seguía su camino, dejando atrás a sus curiosos hermanos.

- Yai: ¿Qué crees? – pregunto a José

- José: Que tiene una linda novia y no quiere contarnos. – le respondió muy seguro.

- Yai: ¿Tal vez aun no lo sean?

- José: Entonces deberíamos darle un empujoncito… Lord esta en esa edad en que los jóvenes deben enamorarse y ser felices… y mi hermanito no será la excepción.

- Yai: Hablas como si fueras un viejo y Lord un adolescente – le dijo viéndolo sombríamente – No nos meteremos en su relación, lo dejaremos ser… cuando este listo para contarnos lo hará. – sentencio ganándose una mirada de suplica de su hermano mayor – José, ni se te ocurra… - concluyo dejando resignado a José, no se metería pero de que averiguaría que sucedía entre Lord y esa chica castaña lo haría.

Al entrar a la comunidad Uchiha, Lord miro por causalidad el collar que ahora utilizaba como pulsera. Ese extraño color que había tomado los últimos días le intrigaba, no sabia que era aquella joya, y porque sentía que se alimentaba de cierta forma de él. Probablemente la única persona que lo sabría era su antigua dueña, la sangrienta líder del Clan Yuki. Por segundos sintió la necesidad de encontrársela alguna vez; esa mujer siempre le había causado curiosidad por todo lo que representaba, esperaba que algún día sus caminos se cruzaran… pero solo dependería del… Destino.