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Okita Bross: Cap 3. Reino del desierto
[En el cap anterior] Okita Bross cogió la llave y abrió la puerta… entonces….[…]
Se adentró en un pasillo enorme y oscuro, se oían ruidos, parecían imposibles de averiguar de dónde salían… no daba miedo ni nada de eso. Okita Bross llegó al final del pasillo, donde divisó una luz, y fue hacia ella. Al llegar a ella se vio saliendo de la nada por una tubería dorada y yendo a parar al reino del desierto.
El reino del desierto. Es un reino más o menos desértico, es el reino con más trampas de todo NS. Sus habitantes son pequeños erizos con caparazones puntiagudos. No tienen malas intenciones, pero son altamente venenosos y no se pueden tocar. Además en ente mundo ya aparece el cohete, un cañón muy malo con cara de tiburón que siempre hace maldades atropellando a la gente. Se dice que una vez es disparado de su casa, da la vuelta al NS pasando por todos los reinos y vuelve. También hay otro malo que es muy común en este reino, y solo en este. Como no habla nunca le dijo a nadie su nombre así que no se sabe cómo se llama. Es una especie de espantapájaros-cactus, que solo se mueve y baila para pinchar a quien pilla. Le tiene manía a Torada. Pero se lleva bien con los cheeps cheeps.
Okita Bross observó el reino que lo rodeaba, había mucha mucha arena, se puso a caminar, y estaba tan sorprendido que no se acordaba de que estaba encima de una tubería, y calló de boca a la arena, metiéndosela en los ojos y en la boca.
Okita Bross: HAZ HAZ…- Quie hazco… med he ztragao da adena…¡¡¡miz ojozz!!!
Se puso de pie y se limpió, luego de eso emprendió su camino hacia el castillo del reino. Admiró el cielo tan brillante que tenía, pero poco a poco se empezó a sentir muy cansado y acalorado, no llevaba agua encima, pensó que ese era el reino más duro que a lo mejor tendría que superar, estaban a 999ºC exagerando un poco. Se puso a descansar un rato y después siguió su camino. Pensó que tal vez el debería de haberse quedado en casa y que fuera Tobigi, que el seguro que estaba tumbado en una hamaca debajo de una palmera datilera bebiendo zumito. De pronto un cañón enorme iba hacia él con intención de pincharle y hacerle daño, Okita Bross le lanzó una bola de fuego pero no le hizo nada, así que recurrió a los que siempre hizo. Saltar. Saltó encima de él y lo destruyo.
Después un cactus bailarín se acercó a Okita Bross bailando para pincharle también. Solo bastaron 4 bolas de fuego para que el cactus bailarín se desapareciera. Siguió su camino en lo que parecía un suelo estable, cuando una especie de tortuga con gafas, desde una nube le empezó a lanzar bichos venenosos. Un bicho venenoso le dio a Okita Bross en la cabeza, quedando
Esquivó los demás como pudo, y se subió a un bloque, donde podría alcanzar a la tortuga con gafas y la nube. Se subió en la nube y forcejeo con la tortuga.
Tortuga con gafas: Oye, para un momento, ¿Nos hacemos amigos?
Okita Bross: Vale. ¿Me prestas tu nube?
Tortuga con gafas: No.
Okita Bross: Vale. *Le da una patada a la tortuga y la tira al suelo con los bichos venenosos.*
Tortuga con gafas: ¡¡PENSÉ QUE ERAS MI AMIGO!!
Okita Bross: Los amigos se prestan las cosas, egoísta.*Alejándose*
Tortuga con gafas: ¿Ah, sí? ¡¡¡¡Pues ese bigote te queda fataaaaaaaaaaal!!!!!
Okita Bross se dirigió con la nube. A modo dragon ball, hacia el cielo, en el cielo se encontró una senda de moneditas flotantes y las siguió todas. Fue siguiendo todo el caminito cogiendo moneditas, en el momento que obtuvo 100 moneditas, se le pareció Chuck Norris y le regaló una vida que le había robado a un unicornio, y desapareció. Okita Bross quedó impresionado ante aquella seta verde que le entregó CN, se la comió y gano una vida. Después tuvo dolor de estomago pero se le pasó. Fue volando rumbo al castillo, pensando que por fin rescataría a la dichosa princesa Ainech. Llegó y alzó la bandera, bajó de la nube y entró en el castillo despidiéndose de ésta.
Dentro del castillo también había arena así que quien viviera allí no limpia nunca. Entró por una puerta azul enorme, por la cual entró. Lógicamente. Entró a una sala enooooooooorme llena de arena, donde había un cactus, un cactus gigante, el peor cactus de todos. Era…. El PAPÁ CACTUS… cha cha chaaaannnn………. El papá cactus bailaba psy gangnam style, y parecía contento, así que Okita Bross simplemente pasó por delante de él sin decir nada. Este se dio cuenta y le paró.
Papá Cactus: Tú no eres bienvenido, fuera de aquí.
Okita Bross: Tú tampoco eres bienvenido.
Papa Cactus: Esta es mi casa, si quieres llegar al otro lado tendrás que aprender a bailar conmigo.
Okita Bross: Vale.
Se pusieron a bailar los dos, el papa cactus le enseñó algunos pasos y Okita Bross los aprendió, algunas veces lo hacía mal y otras bien. -¡Asi no se hace! Tienes que poner el pies ahí y la mano aquí, y mover la cadera, ¡inútil!- el papa cactus a veces perdia los nervios, pero Okita Bross al final lo hizo bien, y se ganó cruzar el castillo.
Papa cactus: Te has ganado cruzar el castillo *Vomita la llave de la puerta* aquí tienes.
Okita Bross: Gracias.
Okita Bross cogió la llave y se dirigió a la puerta, despidiéndose del papa cactus, con quien había aprendido muchas cosas genialosas. Abrió la puerta y….
Continuará
Prox cap: El reino nevado.
